"The perfect date" es una comedia romántica adolescente bastante arquetípica en su construcción. No nos presenta grandes retos, y tenemos la sensación de saber lo que va a pasar en cada instante
Tras el éxito que Netflix cosecho con "A todos los chicos de los que me enamoré" el año pasado, este año recuperan a su protagonista masculino, Noah centino, para una nueva comedía romántica juvenil, que no en vano comparte serias similitudes con su predecesora en su construcción.
En esta ocasión, el joven Brooks, joven con problemas tras el divorcio de sus padres y cuya máxima aspiración es poder entrar en Yale, decide crear una aplicación en la que ofrecer sus servicios como acompañante como solución a sus problemas financieros.
El personaje se quiere presentar como un joven incomprendido, que se siente alejado de su padre (con el que reconectará al final de la película, ya que es una obra arquetípica) y abandonado por su madre, sueña con una vida mejor que le aleje del mundo en el que vive. El problema se presenta, en que esta distancia con los padres se sabe por los diálogos, mas que por una percepción de los acontecimientos que suceden en pantalla.
A diferencia de otras producciones adolescentes como "10 razones para odiarte" o la ya mencionada obra de Netflix "A todos los chicos de los que me enamoré", no existe una familia excéntrica de la que escapar, al mismo tiempo que se pierde una fuente de tonos para la película. En "10 razones para odiarte" teníamos un padre sobre protector que nos ayudaba a comprender los problemas de las hijas, pero al mismo tiempo, la excentricidad del personaje daba un contrapunto cómico aún mayor a la obra. En esta película, esta clase de personajes esta completamente desaparecidos.
Siguiendo con los arquetipos, como no podría ser de otra forma, la obra nos presenta un trío-cuarteto amoroso. Como ya es habitual en estas obras, los dos protagonistas deciden unir fuerzas para conseguir a las que considerar sus parejas ideales, lo que ayudará a que se conozcan mejor y empiecen a desarrollar una peculiar amistad.
En esta ocasión, y a diferencia de lo que suele ser más habitual en estas producciones, los protagonistas no se conocen de manera previa, y provienen de mundos diferentes. Esto quita toda la carga de historia previa que los personajes pudieran tener, y sobre la que construir una posible relación de amor-odio. En este punto, tenemos que admitir que este es el aspecto más novedoso que nos podremos encontrar en el film, ya que todo lo que presentamos en pantalla tenemos la sensación de haberlo visto ya.
Es de suponer que a medida que el protagonista avanza hacia su meta inicial, todo su mundo se desmorone poco a poco, ya que se convierte en una peor versión de si mismo. De esta forma, lo primero que pierde es la amistad de su amigo, quien le ayudó y apoyó en un primer momento. Posteriormente perderá a la chica, lo que le conducirá a darse cuenta de sus verdaderos sentimientos.
Analizando estos elementos por partes, lo primero es mencionar al amigo. Como suele ser normal en las producciones de Netflix, y en lo que se puede considerar un intento de normalizar la realidad social, debe existir un personaje homosexual, en este caso el amigo del protagonista. Si bien la inclusión de estos personajes de una manera normalizada lejos de los prototipos que podríamos haber encontrado en tiempos pasados, es un acierto, en este caso parece algo forzado e incluido con un calzador, más propenso a cumplir una cuota que a un motivo argumental.
En lo referente a las otras posibles parejas, como es de suponer, ni la de el ni la de ella, encajan con la realidad de los protagonistas, por lo que una vez que se profundiza en el conocimiento de las personas, la relación esta condicionada a su fin. El problema que se presenta, es que estos personajes está poco construidos, no hay motivaciones, no se siente el abismo, se ve la incompatibilidad, pero no al abismo que suele ser normal para estas producciones.
Por último, la protagonista femenina, interpretada por Camila Mendes, es posiblemente el personaje más interesante, y al mismo tiempo el mas desaprovechado. Una mujer guerrera, comprometida con la sociedad actual y los movimientos de género de su época, lejos de los personajes femeninos estudiantiles en los que se presenta a las mujeres como unos individuos envidiosos, interesados en la popularidad y en sus parejas para el baile.
Tras el éxito que Netflix cosecho con "A todos los chicos de los que me enamoré" el año pasado, este año recuperan a su protagonista masculino, Noah centino, para una nueva comedía romántica juvenil, que no en vano comparte serias similitudes con su predecesora en su construcción.
En esta ocasión, el joven Brooks, joven con problemas tras el divorcio de sus padres y cuya máxima aspiración es poder entrar en Yale, decide crear una aplicación en la que ofrecer sus servicios como acompañante como solución a sus problemas financieros.
El personaje se quiere presentar como un joven incomprendido, que se siente alejado de su padre (con el que reconectará al final de la película, ya que es una obra arquetípica) y abandonado por su madre, sueña con una vida mejor que le aleje del mundo en el que vive. El problema se presenta, en que esta distancia con los padres se sabe por los diálogos, mas que por una percepción de los acontecimientos que suceden en pantalla.
A diferencia de otras producciones adolescentes como "10 razones para odiarte" o la ya mencionada obra de Netflix "A todos los chicos de los que me enamoré", no existe una familia excéntrica de la que escapar, al mismo tiempo que se pierde una fuente de tonos para la película. En "10 razones para odiarte" teníamos un padre sobre protector que nos ayudaba a comprender los problemas de las hijas, pero al mismo tiempo, la excentricidad del personaje daba un contrapunto cómico aún mayor a la obra. En esta película, esta clase de personajes esta completamente desaparecidos.
Siguiendo con los arquetipos, como no podría ser de otra forma, la obra nos presenta un trío-cuarteto amoroso. Como ya es habitual en estas obras, los dos protagonistas deciden unir fuerzas para conseguir a las que considerar sus parejas ideales, lo que ayudará a que se conozcan mejor y empiecen a desarrollar una peculiar amistad.
En esta ocasión, y a diferencia de lo que suele ser más habitual en estas producciones, los protagonistas no se conocen de manera previa, y provienen de mundos diferentes. Esto quita toda la carga de historia previa que los personajes pudieran tener, y sobre la que construir una posible relación de amor-odio. En este punto, tenemos que admitir que este es el aspecto más novedoso que nos podremos encontrar en el film, ya que todo lo que presentamos en pantalla tenemos la sensación de haberlo visto ya.
Es de suponer que a medida que el protagonista avanza hacia su meta inicial, todo su mundo se desmorone poco a poco, ya que se convierte en una peor versión de si mismo. De esta forma, lo primero que pierde es la amistad de su amigo, quien le ayudó y apoyó en un primer momento. Posteriormente perderá a la chica, lo que le conducirá a darse cuenta de sus verdaderos sentimientos.
Analizando estos elementos por partes, lo primero es mencionar al amigo. Como suele ser normal en las producciones de Netflix, y en lo que se puede considerar un intento de normalizar la realidad social, debe existir un personaje homosexual, en este caso el amigo del protagonista. Si bien la inclusión de estos personajes de una manera normalizada lejos de los prototipos que podríamos haber encontrado en tiempos pasados, es un acierto, en este caso parece algo forzado e incluido con un calzador, más propenso a cumplir una cuota que a un motivo argumental.
En lo referente a las otras posibles parejas, como es de suponer, ni la de el ni la de ella, encajan con la realidad de los protagonistas, por lo que una vez que se profundiza en el conocimiento de las personas, la relación esta condicionada a su fin. El problema que se presenta, es que estos personajes está poco construidos, no hay motivaciones, no se siente el abismo, se ve la incompatibilidad, pero no al abismo que suele ser normal para estas producciones.
Por último, la protagonista femenina, interpretada por Camila Mendes, es posiblemente el personaje más interesante, y al mismo tiempo el mas desaprovechado. Una mujer guerrera, comprometida con la sociedad actual y los movimientos de género de su época, lejos de los personajes femeninos estudiantiles en los que se presenta a las mujeres como unos individuos envidiosos, interesados en la popularidad y en sus parejas para el baile.
De lo que no he hablado aún es del elemento mas diferenciador de esta película de las que vienen siendo habituales de su género, y es que esta obra no la protagoniza el personaje femenino, sino el masculino, aspectos que no suele ser lo habitual. No en vano, la obra parece hecha para la promoción de la popularidad de su protagonista.
Por lo tanto, si os apasionan esta clase de obras, puede ser una buena opción siempre que no pongáis mucha atención o esperanzas, tomándola como una película para pasar el rato. Para el resto, sinceramente, existe mejores producciones para pasar el rato.
Por: Iván
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