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Samantha!

¡Samantha! es la 3 producción brasileña que realiza Netflix, y la primera comedia. Es una serie relativamente corta, consta de 2 temporadas de 7 episodios cada una, con una duración que no llega a los 30 minutos por episodio.


La serie nos presenta a una ex-estrella infantil que intenta vivir de una fama pasada, intentando no caer en el completo olvido por parte de la sociedad. Para intentar mantenerse al pie del cañón, discurre los planes más disparatados.

Precisamente, la exageración extrema y absurda será una de las líneas principales de la producción. Humor absurdo y exagerado, pero de cierto modo, incluso con cierto control para no caer en el esperpento total. Precisamente este será uno de los principales puntos a favor de la obra.


La serie presenta un toque infantil, que parece una continuidad de la realidad de la propia protagonista, que aún vive anclada y presa de su personaje pasado, de cuando era una niña. A pesar de este toque infantil, la misma esconde una critica social en el trasfondo de la misma.

Un personaje que nos recuerda a esas estrellas de la nuestra infancia, desde Xuxa, que está un línea con la propia protagonista, o incluso a termino nacional, Leticia Sabater. Precisamente, muchos de los aspectos totalmente absurdos en busca de notoriedad, se pueden observar en la vida real de estos personajes.


La serie si bien se presenta en el presente, pose una gran cantidad de flashback, que nos remiten a esa época de gloría, alegría y tristeza, la época que al fin y al cabo a marcado totalmente la personalidad de la protagonista, y cuyos acontecimientos aún están muy presenten en su día a día.

Como sucedía en los 80º, la protagonista pertenecía a un grupo musical, que terminó con unas grandes desavenencias y criticas entre los diferentes integrantes. Al final, todos formaron parte de  un mismo momentos pasado, pero sobretodo, son integrantes de una misma situación actual.


La primera temporada se centra sobretodo es esta relación de amor odio que se ha ido forjando a lo largo de los años. Del rencor que existe entre los integrantes, así como de los múltiples intentos de recuperar la fama y el reconocimientos que habían tenido una vez en el pasado.

Estos primeros episodios se centran en mostrar la realidad de unos personajes anclados en el pasado, que intentan seguir viviendo de la misma forma como si el tiempo no hubiera pasado por ellos, en una especie de realidad paralela basada en un espejismo.


Mientras en esta primera temporada los recuerdos del pasado son más o menos añoranzas positivas de tiempos pasados, aunque tenemos que mencionar que ya en ellos se muestra la personalidad de la protagonista, y lo que se podría denominar el precio de la fama.

La segunda temporada hace una reflexión sobre la necesidad de la madurez, de la volatilidad de la fama y los artistas. Esta segunda temporada supone el enfrentamiento a la realidad, y a la necesidad de avanzar, de buscar una nueva de ser más cercana a los acontecimientos recientes. 


Este cambio de actitud se percibe sobretodo en los flashback, donde ya no existe esta realidad "alegre", que deja paso a un tono más serio, de represión y tristeza. Se asemejan estos momentos con la realidad de la protagonista que poco a poco empezamos a conocer, abandonando muchos de los elementos que podríamos considerar más planos del personaje. 

El elenco de protagonistas lo completa la familia de la protagonista. Por un lado tenemos al marido, que está muy en la línea de la protagonista, aunque en este caso se trata de un exfutbolista que está buscando su lugar en el mundo. 


Parte involuntaria de muchos de los planes de Samantha!, es un personaje posiblemente aún mas excéntrico que la propia Samantha, pero que sobretodo se caracteriza por el dejarse llevar por la corriente que marcan los propios acontecimientos, lo que le lleva a meterse en varias situaciones sin ni tan siquiera saber donde se está involucrando. 

Al igual que Samantha!, durante la segunda temporada el personaje gana profundidad, aunque sin perder sus señas de identidad. 


Por último tenemos a los hijos de ambos, que suponen un contrapunto de los propios padres, aunque es tal el tono de madurez que es quieren dar, que al final lo que suponen es una infantilización de la obra en general. Le confieren un tono muy cercano a obras como las series de Disney, que poco tienen que ver con el mensaje de trasfondo que se puede ver en la obra en su conjunto.

Por: Iván

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